martes, 16 de febrero de 2016

"La cena secreta" de Javier Sierra

#YincanaHistórica – Reto Novela Histórica 2016
Semana 3 – Siglo a Siglo – Martes
La acción transcurre durante los siglos XIII a XV

“La cena secreta” de Javier Sierra
Editorial: PLAZA & JANES – Año 2007






ARGUMENTO

¿Existe una Iglesia paralela a la católica en la época de Leonardo Da Vinci? ¿El artista adhiere a ella? ¿Son sus obras formas ocultas de predicar disimulados o prohibidos mensajes?
Año 1497, en Italia, en el Vaticano, en Milán. El sacerdote Agustín Leyre, de la orden de Santo Domingo, en su calidad de inquisidor y autoridad de la Secretaría de Claves del Vaticano, debe descifrar cartas con mensajes enigmáticos y apocalípticos firmados por “el Agorero”. Para eso, se traslada a Milán y se hospeda en el nuevo monasterio dominico de Santa Maria delle Grazie, donde el prestigioso pintor Leonardo Da Vinci está dando forma a su descomunal obra ‘La Última Cena’, asediado por cuchicheos nada amistosos. 


 Fray Leyre y Leonardo son los dos protagonistas principales de la novela. Junto a ellos, transcurren las vidas del duque de Milán, Ludovico Sforza, su esposa, sacerdotes, bibliotecarios del monasterio, visitantes, etc. Deben destacarse los roles del pintor Bernardino Luini y la condesita Crivelli, íntimamente ligados, en varios aspectos. 
En el Vaticano,
“Teníamos un Papa simoníaco -un diablo español coronado bajo el nombre de Alejandro VI que había comprado con descaro su tiara en el último cónclave”,
quien ocupa el trono de Pedro desde 1492.
El padre Agustín Leyre está obligado a desentrañar el críptico mensaje del Agorero, para así evitar sórdidos trastornos a la Iglesia, pero llegado a Santa Maria delle Grazie, la duda lo atormenta: ¿Quién es el Agorero? ¿Quién es amigo o enemigo? ¿Dónde está el verdadero peligro? El sacerdote escribe:
“El mundo era entonces un lugar hostil, cambiante, un infierno de arenas movedizas en el que quince siglos de cultura y fe amenazaban con derrumbarse bajo la avalancha de nuevas ideas importadas de Oriente. De la noche a la mañana, la Grecia de Platón, el Egipto de Cleopatra o las extravagancias de la China explorada por Marco Polo merecían más aplausos que nuestra propia historia bíblica.”
Buscando resolver “el enigma que alteró mi existencia”, Leyre va descubriendo poco a poco, vínculos, testimonios, manuscritos, diseños, planos, formas en la arquitectura edilicia, números, letras, viejas (?) creencias, genealogías, libros, naipes, cuadros, que, insólitamente, comienza a relacionar con la obra de Leonardo. En la pintura de “La Última Cena” están representados los Doce Apóstoles, pero ¿quiénes son los modelos? Rostros conocidos, retratos de los que conviven con el artista y con el sacerdote, el dibujo de un nudo como marca del autor... Leyre revela que todo responde a una trama, cuyas raíces sagradas van más allá de las Escrituras, mucho más allá, quizás a textos antiguos, ocultos con escrupulosidad y suspicacia...tema esencial éste en la novela. Surge así, su conocimiento de la Iglesia de Juan, una nueva (?) organización religiosa que parece continuar las credos cátaros, supuestamente exterminados por la Iglesia vaticana. En medio de estos avatares, el asesinato, pero también el romance, acunan la intrigante historia.


ESTILO

El título da comienzo al misterio: ¿Última cena o Cena Secreta? Todo el texto gira en torno a esta pregunta, porque se intenta saber qué pasó realmente en la Última Cena y qué intenta Leonardo, (tantos siglos después), plasmar en su pintura, colmada, al parecer, de mensajes contradictorios.
El prólogo describe el contexto en tiempo, lugar, circunstancias históricas, conflictos, etc.; permite iniciar la lectura con la información adecuada. Los capítulos están numerados, sin título, estructurando los hechos con claridad.
El narrador es el padre Leyre, quien escribe desde el exilio en Egipto, en cercanías del Nilo, años después de los sucesos contados de 1497. Lo hace para dejar un testimonio de un secreto que no sabe si saldrá a la luz algún día, bien porque su texto se pierda o bien porque nunca se terminen de encontrar o interpretar unos oscuros manuscritos. Cuenta en primera persona al relatar sus aconteceres y como narrador omnisciente cuando describe el accionar de Leonardo. Por lo tanto, es un texto retrospectivo: las memorias de lo acaecido en Milán. La escritura es concreta, sencilla de interpretar,  límpida, lineal, porque al contar hechos pretéritos, hace la aclaración pertinente.
La explicación sobre los símbolos del inicio del prólogo, son básicos para toda la trama, porque el simbolismo está presente como propiedad y condición del relato, como sinónimo de los demás ingredientes: misterio, enigma, secreto, incógnita, cifrados, crípticos, claves, etc.


AUTOR 

Javier Sierra, nació en Teruel, España, en 1971. Periodista, escritor, participa de programas de radio y televisión. Según Wikipedia:
 
“Desde hace años, Sierra trabaja acompañado de expertos nacionales e internacionales como Graham Hancock y Robert Bauval con el propósito de estudiar la existencia de una supuesta edad de oro de la Humanidad, fechada en nuestro pasado más remoto, que debió extinguirse unos 10.500 años antes de nuestra era y que fue el origen de todas las civilizaciones que conocemos.” 


OPINIÓN

 Un laberinto de acertijos, bien contado. Es una trama de hilos de colores, pero de la misma gama; que requiere una lectura atenta, pero no apabullante; para un lector aplicado, pero no erudito. Precisamente por esta lectura, se aprenden variados e interesantes hechos de la historia. Fines del siglo XV es la culminación de la Edad Media y el emerger de una etapa de conocimientos nuevos, que colisionan con las viejas (?) creencias. Este signo interrogante que aparece en varias ocasiones, manifiesta un ir y venir de credos, de doctrinas, porque parece que la novedad está en la lejanía, tal vez en el Antiguo Egipto y sólo es necesario reflotarla, ¿o ya lo hizo Platón? Y así…una continuidad de propuestas, algunas respondidas…otras no. Dado que el estilo es agradable de leer, la historia es llevadera y puede terminar ahí, al llegar a la palabra fin…o puede seguir. Quizás debe continuar, si el lector gusta de saber más de Leonardo y de sus increíbles creaciones, de pintura, de la política de los Sforza, de los caminos inextricables del Vaticano, de los cátaros, de Juan apóstol, de una espiritualidad más allá del ser humano y de sus conocimientos religiosos, en fin, de la historia que siempre continúa o que se detiene en un soplo de pormenores tan interesantes como la gran Historia en sí. Recomendable.



2 comentarios:

  1. Entiendo que Javier Sierra escribe bien, precisamente por su sencillez, pero sus novelas nunca me convencen, por lo que hace tiempo dejé de leerle.

    Eso si, en ellas hay misterio a raudales y temas muy interesantes, así que no me extraña nada que te haya gustado.

    Un beso.

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  2. Me gustaría leer sus conclusiones de los estudios de remotas civilizaciones, que menciona Wikipedia. Saludos!!

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