#YincanaHistórica – Reto
Novela Histórica 2016
Semana 3 – Siglo a
Siglo – Martes
La acción transcurre
durante los siglos XIII a XV
“La cena secreta” de
Javier Sierra
Editorial: PLAZA &
JANES – Año 2007
ARGUMENTO
¿Existe una Iglesia
paralela a la católica en la época de Leonardo Da Vinci? ¿El artista adhiere a
ella? ¿Son sus obras formas ocultas de predicar disimulados o prohibidos
mensajes?
Año 1497, en Italia, en
el Vaticano, en Milán. El sacerdote Agustín Leyre, de la orden de Santo
Domingo, en su calidad de inquisidor y autoridad de la Secretaría de Claves del
Vaticano, debe descifrar cartas con mensajes enigmáticos y apocalípticos
firmados por “el Agorero”. Para eso, se traslada a Milán y se hospeda en el nuevo
monasterio dominico de Santa Maria delle Grazie, donde el prestigioso pintor
Leonardo Da Vinci está dando forma a su descomunal obra ‘La Última Cena’,
asediado por cuchicheos nada amistosos.
Fray Leyre y Leonardo son
los dos protagonistas principales de la novela. Junto a ellos, transcurren las
vidas del duque de Milán, Ludovico Sforza, su esposa, sacerdotes,
bibliotecarios del monasterio, visitantes, etc. Deben destacarse los roles del
pintor Bernardino Luini y la condesita Crivelli, íntimamente ligados, en varios
aspectos.
En el Vaticano,
“Teníamos un Papa simoníaco -un diablo español coronado bajo el nombre de Alejandro VI que había comprado con descaro su tiara en el último cónclave”,
quien ocupa el trono de
Pedro desde 1492.
El padre Agustín Leyre
está obligado a desentrañar el críptico mensaje del Agorero, para así evitar
sórdidos trastornos a la Iglesia, pero llegado a Santa Maria delle Grazie, la
duda lo atormenta: ¿Quién es el Agorero? ¿Quién es amigo o enemigo? ¿Dónde está
el verdadero peligro? El sacerdote escribe:
“El mundo era entonces un lugar hostil, cambiante, un infierno de arenas movedizas en el que quince siglos de cultura y fe amenazaban con derrumbarse bajo la avalancha de nuevas ideas importadas de Oriente. De la noche a la mañana, la Grecia de Platón, el Egipto de Cleopatra o las extravagancias de la China explorada por Marco Polo merecían más aplausos que nuestra propia historia bíblica.”
Buscando resolver “el enigma
que alteró mi existencia”, Leyre va descubriendo poco a poco, vínculos,
testimonios, manuscritos, diseños, planos, formas en la arquitectura edilicia,
números, letras, viejas (?) creencias, genealogías, libros, naipes, cuadros,
que, insólitamente, comienza a relacionar con la obra de Leonardo. En la
pintura de “La Última Cena” están representados los Doce Apóstoles, pero
¿quiénes son los modelos? Rostros conocidos, retratos de los que conviven
con el artista y con el sacerdote, el dibujo de un nudo como marca del autor... Leyre revela que todo responde a una trama, cuyas raíces sagradas van más allá
de las Escrituras, mucho más allá, quizás a textos antiguos, ocultos con
escrupulosidad y suspicacia...tema esencial éste en la novela. Surge así, su
conocimiento de la Iglesia de Juan, una nueva (?) organización religiosa que
parece continuar las credos cátaros, supuestamente exterminados por la Iglesia
vaticana. En medio de estos avatares, el asesinato, pero también el romance,
acunan la intrigante historia.
ESTILO
El título da comienzo
al misterio: ¿Última cena o Cena Secreta? Todo el texto gira en torno a esta
pregunta, porque se intenta saber qué pasó realmente en la Última Cena y qué
intenta Leonardo, (tantos siglos después), plasmar en su pintura, colmada, al
parecer, de mensajes contradictorios.
El prólogo describe el contexto en tiempo, lugar, circunstancias históricas, conflictos,
etc.; permite iniciar la lectura con la información adecuada. Los capítulos
están numerados, sin título, estructurando los hechos con claridad.
El narrador es el padre
Leyre, quien escribe desde el exilio en Egipto, en cercanías del Nilo, años
después de los sucesos contados de 1497. Lo hace para dejar un testimonio de un
secreto que no sabe si saldrá a la luz algún día, bien porque su texto se
pierda o bien porque nunca se terminen de encontrar o interpretar unos oscuros
manuscritos. Cuenta en primera persona al relatar sus aconteceres y como
narrador omnisciente cuando describe el accionar de Leonardo. Por lo tanto, es un
texto retrospectivo: las memorias de lo acaecido en Milán. La escritura es
concreta, sencilla de interpretar,
límpida, lineal, porque al contar hechos pretéritos, hace la aclaración
pertinente.
La explicación sobre
los símbolos del inicio del prólogo, son básicos para toda la trama, porque el
simbolismo está presente como propiedad y condición del relato, como sinónimo
de los demás ingredientes: misterio, enigma, secreto, incógnita, cifrados,
crípticos, claves, etc.
AUTOR
Javier Sierra, nació en Teruel, España, en 1971. Periodista, escritor, participa de programas de radio y televisión. Según Wikipedia:
“Desde hace años, Sierra trabaja acompañado de expertos nacionales e internacionales como Graham Hancock y Robert Bauval con el propósito de estudiar la existencia de una supuesta edad de oro de la Humanidad, fechada en nuestro pasado más remoto, que debió extinguirse unos 10.500 años antes de nuestra era y que fue el origen de todas las civilizaciones que conocemos.”
OPINIÓN
Un laberinto de acertijos, bien contado. Es
una trama de hilos de colores, pero de la misma gama; que requiere una lectura
atenta, pero no apabullante; para un lector aplicado, pero no erudito.
Precisamente por esta lectura, se aprenden variados e interesantes hechos de la
historia. Fines del siglo XV es la culminación de la Edad Media y el emerger de
una etapa de conocimientos nuevos, que colisionan con las viejas (?) creencias.
Este signo interrogante que aparece en varias ocasiones, manifiesta un ir y
venir de credos, de doctrinas, porque parece que la novedad está en la lejanía,
tal vez en el Antiguo Egipto y sólo es necesario reflotarla, ¿o ya lo hizo
Platón? Y así…una continuidad de propuestas, algunas respondidas…otras no. Dado
que el estilo es agradable de leer, la historia es llevadera y puede terminar
ahí, al llegar a la palabra fin…o puede seguir. Quizás debe continuar, si el
lector gusta de saber más de Leonardo y de sus increíbles creaciones, de
pintura, de la política de los Sforza, de los caminos inextricables del
Vaticano, de los cátaros, de Juan apóstol, de una espiritualidad más allá del
ser humano y de sus conocimientos religiosos, en fin, de la historia que
siempre continúa o que se detiene en un soplo de pormenores tan interesantes
como la gran Historia en sí. Recomendable.
Entiendo que Javier Sierra escribe bien, precisamente por su sencillez, pero sus novelas nunca me convencen, por lo que hace tiempo dejé de leerle.
ResponderEliminarEso si, en ellas hay misterio a raudales y temas muy interesantes, así que no me extraña nada que te haya gustado.
Un beso.
Me gustaría leer sus conclusiones de los estudios de remotas civilizaciones, que menciona Wikipedia. Saludos!!
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